Todo el mundo solo quiere ser amado y aceptado.
El 2018 pasado, Dominique y Kevin Gill decidieron que querían abrir las puertas de su humilde hogar en Nashville, Tennessee, a un niño llamado Andrew. En ese momento, les dolió el corazón cuando escucharon la historia del niño.
Según su expediente, se encuentra detenido desde que tenía apenas seis años. Para entonces, los derechos legales de sus padres ya habían terminado y sus cuatro hermanos fueron adoptados de inmediato, compartió Dominique en su entrevista.
Para un niño de su edad, esta fue una experiencia muy traumática. Pronto, el pequeño Andrew se volvió cada vez más retraído hacia las personas que lo rodeaban. Los Gills querían criarlo y mostrarle a Andrew lo que era el sentido de pertenencia.
Un Chico Muy Difícil
“Durante su primera semana con nosotros, permanecía en su habitación con la puerta cerrada y mirando fotografías antiguas. No quería hablar”, compartieron los padres adoptivos de Andrew en su entrevista.
Un niño debe crecer en un hogar donde prevalezca el amor, el respeto y el cuidado. Lamentablemente, esta no es la realidad que la mayoría de nosotros conocemos. Andrew es solo un ejemplo de un niño que anhela estar en una familia que pueda llamar suya.
Cuando estás esperando que alguien te acepte o adopte, la tristeza aumenta. Las expectativas y los corazones rotos a menudo hacen que estos niños se sientan no deseados. Es por eso que algunos de ellos optan por actuar con dureza, ser difíciles y permanecer retraídos.
Así es como se protegen a sí mismos para que no vuelvan a lastimarlos.
Andrew no fue diferente. Dominique compartió que Andrew a menudo se portaba mal y estaba muy retraído. Se quedaba en su habitación y gritaba si alguien quería intentar acercarse a él.
Los Gills no querían renunciar a Andrew. Sabían que estaba pasando por algo y querían que sintiera que todavía había personas dispuestas a tratar de extenderle su amor.
Una familia que dio la bienvenida a Andrew
Joc, el hijo de Dominique, no sintió ninguna conexión con Andrew cuando llegó a su casa. Es decir, hasta que se dieron cuenta de que tenían tantas cosas en común. Un día, ambos decidieron jugar videojuegos, luego descubrieron que a los dos les encantaban las Pop-Tarts, y eso se convirtió en el comienzo de una hermosa amistad.
“A medida que pasaron los años, se acercaron mucho”, dijo Kevin Gill a WBIR Channel 10. “Es bueno ver ese vínculo que ha crecido a lo largo de los años”.
Kevin y Dominique vieron cuánto se han acercado los dos chicos. Andrew les abrió lentamente su corazón y se alegraron de darle la bienvenida a su hogar.
Luego, después de más de un año con ellos, Joc y Andrew siguieron siendo amigos cercanos. Estaban felices de ver tan grandes mejoras en Andrew, y su único deseo era que pronto encontrara su hogar definitivo.
No era su plan adoptarlo. La familia solo quería acogerlo. Querían ayudar criando a tantos niños como pudieran, pero no esperaban que su viaje con Andrew diera un giro inesperado.
“Nuestra mentalidad era que lo ayudaríamos hasta que encontrara su hogar definitivo”, explicó Dominique a TODAY Parents“. Pero después de que la segunda adopción no funcionó, me di cuenta de que Dios puso a Andrew en nuestras vidas por alguna razón. Dios se aseguró de que la adopción no funcionara para que pudiera regresar con nosotros”.
Era una clara señal de que Andrew pertenecía a su familia.
El Hogar Definitivo de Andrew
Un día, Andrew se sorprendió al ver a la Consejera de Aldeas Juveniles, Molly Parker. Ella le preguntó al niño si podían ir a caminar para tener una charla. El chico estuvo de acuerdo.
Luego, mientras caminaba, Andrew vio rostros familiares. Estaba confundido al principio. Todos estaban ah, le sonreían, sostenían globos y le pedían que se acercara.
“Simplemente di la vuelta a la esquina y los vi a todos”, dijo Andrew, recordando cuando vio a los Gills rodeados de amigos sosteniendo carteles y globos”, compartió Andrew con WBIR Channel 10.
Los Gills le preguntaron a Andrew si quería ser parte de su familia, a lo que Andrew sonrió y simplemente dijo: “Sí”.
Joc también llevaba una camiseta que decía: “¿Serías mi hermano?”
La camisa de Andrew tenía un “SÍ” escrito en ella.
La gente que los rodeaba comenzó a vitorear, felices de ver que finalmente, Andrew había encontrado su hogar para siempre.
“Desde el principio, Andrew siempre ha dicho, ‘Gracias por aceptarme’, ‘Gracias por no rendirse conmigo’”, compartió Dominique en su entrevista con TODAY Parents. “La gente leía su expediente y se asustaba. Pero sabía que era un buen niño que había experimentado mucho trauma”.
El 16 de julio de 2020, Andrew Gill encontró su hogar para siempre.
Fue una historia conmovedora de un niño que nunca supo lo que significaba tener su propia familia hasta que una familia le abrió su hogar y su corazón.
“El amor no tiene color. (Andrew) es nuestro hijo al igual que Joc es nuestro hijo”, dijo Dominique durante su entrevista con TODAY Parents. “Él es parte de nosotros”.
Ahora, Andrew no solo encontró su hogar para siempre, también encontró felicidad, amor y a su mejor amigo.
“Este es mi hermano, Joc”, dijo Andrew, y “Este es mi hermano, Andrew”, dijo Joc, finalizando el hermoso video.
La historia de Andrew nos enseña que el amor puede conquistar muchas cosas y que todos merecen ser aceptados y amados.
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